Diez Minutos participa en varios programas de afiliación de marketing, lo que quiere decir que Diez Minutos recibe comisiones de las compras fabricadas por medio de los backlinks a sitios de los mercaderes. Hace solo unos meses, el hijo de Isabel Pantoja y la excolaboradora de \\\\’Viva la vida\\\\’ anunciaban su intención de mudarse a una casa mucho más grande. Una vivienda donde sus hijas tengan la posibilidad de medrar y que tuviese mayor privacidad que su viejo chalet pareado.
Aparte de esto, y aún sin finalizar, se tienen la oportunidad de ver múltiples espacios tapiados que en podrían destinarse mucho más adelante a diferentes locales comerciales. Los exconcursantes de \\\\\\\\\\\\\\\\’GH Dúo\\\\\\\\\\\\\\\\’ terminan de prestar un destacable paso en sus días, tras mudarse a la que hace unos días es su novedosa casa y vivienda recurrente en Sevilla. Solo unos días tras el traslado, llegan las primeras imágenes de la familia saliendo con las pequeñas Ana y Carlota tras empezar a realizar vida en su nuevo hogar.
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Bajo la propiedad, un local comercial que todavía no ha sido alquilado y del que no se ha desvelado ningún dato agregada. De momento, Kiko y su mujer se amoldan a su novedosa vivienda mientras que concluyen la mudanza y llevan a sus hijas a los primeros días de instituto. Con mucha discreción, el hijo de Isabel Pantoja ha concluido la mudanza junto a Irene Rosales a una vivienda considerablemente más suntuosa y también impresionante en una población de los alrededores de Sevilla.
Según ha podido entender SEMANA, la propiedad tiene 330 m2 organizados en 4 habitaciones, lo que asegura que cada uno de ellos tiene su espacio. La pareja se ha mudado a un adosado de tres plantas en Castilleja de la Cuesta, el pueblo de Irene. La vivienda tiene 140 m2, tiene porche delantero, plaza de estacionamiento, patio del costado y trastero y cuesta 700 euros por mes. Del mismo se pudo ver saliendo a los dos, más allá de que ninguno ha querido hacer comentarios sobre de qué manera es su recién estrenado inmueble o de cómo fué la mudanza.
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Más allá de que la cooperadora ha confesado en más de una ocasión que su casa ideal debería tener un jardín y una piscina para sobrellevar las altas temperaturas de Sevilla en verano, no se sabe si esta nueva vivienda cuenta con ello. Los periodistas ahora han asombrado en sus entradas y sus salidas a la pareja, que volvió a estar en el punto de mira por las supuestas recaídas del hijo de la tonadillera en las infidelidades y en sus adicciones a las drogas. Nada dijeron a los micrófonos, ni tampoco se han manifestado en las redes sobre su novedosa casa, a la espera quizá de alguna única en televisión o en las gacetas. Kiko Rivera e Irene Rosales ahora viven en su nuevo nidito de amor, ubicado en Castilleja de la Cuesta , muy cerca del pequeño chalet donde han residido los últimos años.
El traslado sucedió de forma asombroso, sin comunicar, sin que el hijo de Isabel Pantoja quisiese explotar el tema en la prensa con la que tan recurrentemente trata. La vivienda tiene grandes dimensiones y cuenta con múltiples terrazas, según se puede ver en las imágenes que este lunes han visto la luz. Un rincón en el que Kiko Rivera va a pasar muchas horas, ya que así como él mismo ha comentado, ahí entrenará junto a un experto varias veces en semana para recuperar su figura. Este espacio exterior va a ayudar al músico a respirar aire fresco y a su vez a inspirarse para componer nuevos temas alejado del mundanal estruendos.
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“Me puede llegar a incordiar porque siempre es por el mismo tema y sobre todo asimismo por las adicciones. Él habló en su momento del tema y no creo que haya que estar refrescándoselo cada dos por tres”, apuntó. Kiko, por su parte, aseguró que las especulaciones que surgieron después de que viajara a Chipiona para dar un concierto y donde tuvo un acercamiento con Amador Mohedano no son ciertas.
En estos días se la vió muy pendiente de sus hijas, que han arrancado ya el nuevo curso en el instituto y la sostienen, según ha contado, ocupadísima. Se charla del primer año de escuela para su hija Carlota y de un instante de la misma forma enternecedora para Ana, que comienza Principal. Irene comentó en un corto vídeo que empezó una dieta que la ha obligado a cambiar sus horarios para introducir el deporte, que combinado con la nutrición sana, logrará que consiga sus propósitos.
Según pudo comprender SEMANA, la propiedad posee 330 metros cuadrados organizados en cuatro habitaciones, lo que revela que cada uno tiene su espacio. Disponen de estacionamiento, entre otras comodidades, y por él paga un total de 1300 euros por mes, cifra superior a la que desembolsaban por su previo vivienda. La amplitud habría sido otro de los motivos que han hecho a Kiko e Irene Rosales inclinarse por esta casa unifamiliar. A pesar de que aún no pudimos verla por la parte interior, desde fuera se aprecian por lo menos 5 ventanales con pequeños balcones, tres de mayor tamaño y dos algo mucho más pequeños.
«Donde me dejo llevar y en ocasiones me van alas para volar», escribió al lado de un gif que señala que este es «su rinconcito». Espacio hay, ya que la propiedad tiene 330 m2 —así lo afirma Semana— aparte de estacionamiento privado, lo que dejará a Kiko tener del vehículo sin tener a la prensa o los fotógrafos a la visión. Al fin y al cabo, son 1.300 euros por mes, sin duda provenientes de los capital de las polémicas derivadas de los programas de La herencia envenenada de Telecinco.
La sevillana abandonaba hace unos meses \\\\\\\\’Viva la vida\\\\\\\\’, aduciendo que debía cuidarse de ella misma y de los suyos puesto que no había sido un año nada fácil para su familia. Familiarizados como nos tienen Kiko Rivera y asimismo Irene Rosales a educar su día a día en las comunidades, con la mudanza a su novedosa casa hicieron todo lo opuesto. Hablamos de un edificio de corte señorial situado en Castilleja de la Cuesta, en la sevillana comarca de del Aljarafe.
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Sin embargo, no es la única estancia que ha posteado en el cosmos 2.0, en tanto que también se ha hecho un autofoto desde su nuevo despacho. Allí ahora ha colgado múltiples discos y algunos de sus premios mucho más esenciales, estancia donde parece encontrarse muy a gusto, ya que él mismo anunció que allí va a pasar la mayoría del día. “Donde me dejo llevar y a veces me salen alas para volar”, ha escrito junto a un gif que indica que este es “su rinconcito”. En estos días se la ha visto muy pendiente de sus hijas, que han arrancado ya el nuevo curso en el colegio y la mantienen, según ha contado, ocupadísima.