Es la madre de 2 de los hijos del torero y su mayor azote mediático. De año en año por estas datas, Jaime y su mujer se trasladaban a tierras americanas para celebrar las fiestas navideñas al lado de una íntima amiga, primero en Miami y después en Cartagena de Indias. Nada más enterarnos de la trágica noticia, procuramos localizar a Mari Ángeles Grajal.
La última vez que cogió el capote de forma pública fue en 2003 en la plaza de toros de su ciudad natal. Jaime Ostos fue entre los grandes maestros de todo el mundo del toro y un auténtico referente en su temporada, cuyo máximo esplendor sucedió en las décadas de los 60 y 70. Originario de Écija, ayuntamiento perteneciente a la provincia de Sevilla, el andaluz se disponía a soplar los cirios de su 91 cumpleaños el próximo 8 de abril. Exactamente en su pueblo logró su debut con 21 años el 1 de junio de 1952, con Bartolomé Jiménez Torres y novillos de Belmonte, si bien la opción alternativa no la tomaría hasta pasados unos años.
Los Datos De La Historia De Amor De Jaime Ostos Y Mari Ángeles Grajal
Sea como sea, Mari Ángeles Grajal es “una mujer muy lista y, en el fondo, considerablemente más inteligente que su marido”. Es la inteligencia la que ha mantenido a esta mujer de 60 años en un discreto background, siendo un individuo tan popular y, al mismo tiempo, tan ignota. Y de esta manera, a Grajal no le duelen prendas cuando tiene que ofrecer charlas sobre amores toreros, en el momento en que tiene que asistir a quien sea para que le anulasen su matrimonio con Antonio-Vicente Marín Pérez Tabernero. “En aquella ocasión llegó a soliciar al Tribunal Eclesiástico del Obispado de Zamora que anulase su primer matrimonio que, hasta donde yo sé, no fue ni tan infeliz ni tan espectacular para que ese paso, el de la anulación, estuviese justificado”.
Mari Ángeles Grajal fue la mujer de su historia, y su papel en la vida de Jaime fué vital a lo largo de las últimas tres décadas. Después de quince años en silencio, ESdiario ha conseguido charlar con Consuelo Alcalá, en exclusiva. Es la primera oportunidad que charla tras la desaparición de Jaime Ostosy lo hace únicamente por la amistad que nos une. Unas afirmaciones que podrían realizar reventar una nueva guerra entre los herederos del torero. No voy a permitir que mi madre, por hacerme daño, use esto como algo sucio.
Corazón
No voy a dejar que nadie lo cuente por mí y no que mi madre afirme o rumoree sobre esto”, aseguró en su desquite.
La tragedia ha dejado destrozada a la viuda del torero, en palabras de su único hijo en común, Jacobo, quien ha destacado en afirmaciones a \’Viva la vida\’, que la pareja estaba muy feliz y unida. Ejemplo de esto era el viaje que llevaban a cabo en Colombia. La primera mujer del torero, del que se divorció tras nueve años de malos tratos por la parte del que era considerado por el público un héroe nacional, un supuesto obscuro pasaje que ella misma ha denunciado en infinidad de oportunidades.
La llegada de Mari Ángeles a su historia marca un antes y un después en su existencia. Unieron sus vidas en 1987 y, aunque sufrieron una grave crisis que les condujo a la ruptura, se reconciliaron conservando su amor hasta el mismo día de su muerte. Grajal se mantuvo distanciada, incluso, de las polémicas cerca de Consuelo Alcalá, primera mujer de Ostos que no titubeó a la hora de acusarlo de maltratador y de relatar el “infierno” que vivió al lado de él.
Específicamente, no gustó nada una dura entrevista que concedió Consuelo en el obsoleto ¿Dónde andas, corazón? Consuelo proviene de una familia cordobesa de buena posición social. Su padre era un intelectual con el que mantenía una angosta relación. Un fuerte vínculo afectivo que iba alén del habitual entre padre y también hija. Fue al morir su progenitor cuando Alcalá conoció la pesadilla, en sus palabras, al encontrarse con Jaime Ostos aquel mayo del 60. Los últimos años del torero han estado marcados por su delicado estado de salud y si bien fueron múltiples los sustos que el diestro le ha dado a su familia, absolutamente nadie era capaz de meditar en este fatídico final.
En los últimos tiempos se sometió a múltiples operaciones que causaron mella en su cuerpo, exactamente la misma el Covid. El hispalense se contagió del virus al comienzo de la pandemia y, más allá de superarla con éxito, le dejó esenciales consecuencias que intentó de realizar ocultar a base de ejercicio períodico. No obstante, bajó mucho peso y todo lo mencionado, sumado a su avanzada edad, ha causado que la vida del inigualable torero haya ido apagando por completo hasta llegar a su fin. Han pasado tres meses desde el fallecimiento de Jaime Ostos,pero el torero vuelve a ser novedad. Más allá de que sus hijos se sostuvieron unidos en su despedida y en los homenajes que el torero recibió en La Maestranza de Sevilla y en Écija, su tierra natal, en este momento semeja que todo ha cambiado.