Por una parte, el dogmatismo atlantista se niega a apartarse lo mucho más mínimo de las viejas prácticas y a amoldar la OTAN a la aparición de la Unión Europea; como si los pactos de defensa de la década de 1950 se adecuaran por ensalmo al mundo de el día de hoy y decir lo contrario fuera una blasfemia. Por otro, el misticismo europeo prosigue predicando que la defensa europea traerá la salvación, sin dar ningún paso real para conseguirla. El dogmatismo y el misticismo son contrincantes de una aceptable estrategia, que debe basarse en la razón. A fines del 2020, la Unión Europea se embarcó en la redacción de una Orientación Estratégica para su política de defensa y seguridad.
Los socios pueden, por supuesto, consultar y coordinar todos y cada uno de los puntos de su política en relación con China, exactamente la misma tienen la posibilidad de debatir en torno a la mesa de la OTAN sobre resiliencia, crisis climática, energía y migración. Sin embargo, eso no significa que la OTAN sea la más adecuada para llevar a cabo e implementar la política sobre esas cuestiones, o que la sede de la OTAN deba añadir una rama a la curia para ocuparse de ellas. Puede coordinar, ejercer presión entre iguales y proponer reglas (como sus siete requisitos básicos sobre resiliencia), aunque solo en la medida en que eso sea conciliable con las normas y estándares de la Unión Europea (en lo que respecta a la selección de inversiones y el acceso al mercado único, por servirnos de un ejemplo).
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Un aspecto que llama la atención en este estudio es su análisis sobre el conocimiento que tiene el ciudadano de la UE sobre la cláusula de asistencia recíproca en seguridad y defensa, por la que un estado integrante está obligado a prestar acompañamiento a aquellos estados amenazados, puesto que solo un 31% de los ciudadanos de la UE conocen este compromiso. Por otra parte, las investigaciones detallan cómo el apoyo a un mayor esfuerzo en temas de seguridad y defensa es menor en ciudadanos menores de 24 años y mayores de 75. En el caso particular de España, existe una escasa conciencia social sobre retos a la seguridad, que se debe, sobre todo, a la escasa cultura de seguridad y defensa. Como afirma Barrantes, “mientras que no se comprendan las amenazas externas para un país como España, tampoco se comprenderá la pertinencia de pertenecer a una alianza político-militar como es la OTAN, ni las responsabilidades, deberes y valores que ello implica” . Esta estructura le proporciona una aptitud de planeamiento y conducción de operaciones mientras busca amoldarse regularmente a los nuevos desafíos. La Coalición supera a la UE en lo que se refiere a generación de capacidades militares, estructura militar, experiencia y, más que nada, coherencia política.
Según se expone en el gráfico previo, en cuanto al apoyo de la opinión pública europea a la OTAN, una encuesta del de 2016 en 11 países de la Coalición muestra una media de un 57% de acompañamiento en frente de un 27% de media desfavorable, si bien este acompañamiento está desigualmente repartido, siendo mayor en países como Holanda o Polonia, y claramente negativo en Grecia. En cuanto a la percepción de la OTAN en los Estados Unidos, este estudio lo cifra en torno al 66% . Es atrayente apuntar que entre 2005 y 2015 la inversión en defensa en Europa decreció un 11% hasta lograr el menor tanto por ciento con respecto al producto interior bárbaro llegando a un 1.4% y que actualmente solo Estonia, Grecia, Polonia y Reino Unido llegan al 2% del PIB acordado en la Cima de Gales. Hoy día, la Coalición se compone de 28 estados; obviando los 2 países norteamericanos, los restantes forman parte a la UE, han pertenecido , han solicitado su adhesión (Albania y Turquía) o sostienen unas estrechas relaciones con la Unión .
Planificación De La Defensa Y Avance De Capacidades
El 25 de marzo de 2017 los amos de Estado de la Unión Europea , salvo Reino Unido, se reunieron en Roma con ocasión del LX aniversario de los Tratados de Roma de 1957 en un intento de reflexionar sobre el estado de la Unión Europea y enviar un mensaje de unidad ante los urgentes y difíciles retos a los que se encara. El mensaje lanzado ha sido básicamente que, a pesar de la crisis de probabilidad a la que se encara la unión, el concepto de exactamente la misma y el modelo económico siguen siendo un emprendimiento posible y atractivo. El Secretario General realiza en la Alianza una función afín a la que ejercita en la UE el Alto Representante. Sus funciones incluyen la presidencia del Consejo del Atlántico Norte, del Comité de Proyectos Defensa y del Grupo de Proyectos Nucleares.
En cuanto a la composición y procedimientos para la toma de decisiones en su nivel mucho más alto, tanto la UE como la OTAN actúan de forma similar, en tanto que esencialmente las grandes decisiones en temas de seguridad y defensa necesitan consenso. Como describe Shaun Riordan, la firma del Tratado de Saint Malo en 1998 entre el primer ministro británico Tony Blair y el presidente francés Jacques Chirac, ha podido ser la oportunidad perdida de remarcar la defensa europea y diseñar una auténtica Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea . Tras dos décadas de un tiempo fallecido estratégico, caracterizado por recortes presupuestarios y administración limitada de las crisis en el exterior, las novedosas amenazas que afectan a Europa en el este y en el sur han causado que el mantra que se regresa a percibir en las capitales europeas sea el de “Defensematters” (Andersson et al., 2016). La Organización del Tratado del Atlántico Norte tiene su origen en la firma del Tratado de Washington de 1949, por el que 12 países de los dos lados del Atlántico se comprometieron a defenderse mutuamente en el caso de agresión a cualquiera de ellos.
En referencia a esta estrategia, Félix Arteaga opina que no pudo llegar en peor instante y le presagia un poco éxito por el hecho de que considera que no soluciona el inconveniente del sistema europeo que “prosigue fragmentado en múltiples subsistemas, intergubernamental, comunitario y nacional, con visiones, intereses y recursos que solo se solapan medianamente. De ahí que es tan difícil supervisar el paso desde las visiones a las estrategias y, de ahí, a las políticas” . La Cumbre celebrada en Madrid en julio de 1997 constituyó un jalón histórico en el que se lograron analizar los desenlaces de las ideas llevadas a cabo por la Coalición en años precedentes, a la vez que se anunciaba una fase de reforma de las construcciones y políticas para contestar a las nuevas situaciones. La tarea de los dirigentes de la OTAN en La capital española consistió en analizar las diferentes parcelas de la futura política de la Coalición y asegurar su coherencia y también integridad. Un hándicap que complica la situación frente al ataque de Rusia en referencia al artículo 4 de la propia organización de los países.
Desde los años 60 se fue conformando la actual Unión Europea, hoy compuesta por 27 países, como una entidad geopolítica y económica única en el mundo. Austria es una parte del bloque comunitario, que tiene una composición creciente de política exterior y de defensa, y participa, por servirnos de un ejemplo, en misiones en zonas de conflicto bajo el auspicio de la ONU y la UE, si bien es reticente a hacerlo en regiones donde hay mucho más posibilidades de que sus soldados deban emplear las armas. La neutralidad austriaca está consagrada en la Constitución, pertence a los componentes mucho más importantes de la democracia actualizada del país y dio forma a su política exterior.
En este sentido, los sistemas de planeamiento de fuerzas de la UE y de la Alianza son afines. El planeamiento de fuerzas de la Unión comienza con un archivo en el que, analizando los niveles de actuación de la Unión Europea, se relacionan las capacidades requeridas y el total de las fuerzas primordiales. Por su parte, la OTAN tiene un ya contrastado sistema de planeamiento que busca integrar el planeamiento de defensa nacional de los estados integrantes con el concreto de la Alianza. Ante esta situación, surgen dudas sobre la viabilidad de la política Exterior y de Seguridad Común de la Unión y de qué forma se debe orientar la defensa de Europa ante las complejas amenazas a las que se encara. Una de las mayores diferencias entre la Unión y la OTAN es la de los planes de desarrollo de habilidades, condicionados en Europa por la carencia de inversión y la deficiente planificación. Con lo que termina explicando que siendo, teóricamente, complementarias en el desarrollo de habilidades, estas dos organizaciones de todos modos duplican esfuerzos, compitiendo por tanto por ellos.
Austria
El país ha mantenido “un ambiguo estatus de neutralidad desde su independencia”, afirma en un ensayo Eoin Daly, profesor de Derecho en la Facultad Nacional de Irlanda en Galway. “No es un requisito constitucional y, en la medida en que existe, tiene mucho más bien el carácter de una política o tradición”. Irlanda puede desplegar sus fuerzas armadas en el extranjero cuando hay un orden de la ONU, una resolución del Gobierno y una aprobación parlamentaria –sistema conocido como “triple llave”–. Además de Suecia y Finlandia, Austria es uno de los ejemplos mucho más relevantes, puesto que ha defendido esta posición desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El país se declaró militarmente neutral como condición para que las fuerzas aliadas abandonasen su territorio y pudiese recuperar su independencia en 1955 con la firma del Tratado de Estado de Austria, que asimismo garantizaba que no se uniría a Alemania. En una ley de octubre de aquel año, declaró su “neutralidad perpetua” y estableció que no se uniría a ninguna coalición militar y no dejaría el lugar de ninguna base militar extranjera en su territorio.
La UE posee una Política Exterior y de Seguridad Común y al incorporar en su tratado el de la diluida UEO, dispone también, de un deber de defensa recíproca en el caso de agresión o en apoyo de la PESC pues el tratado afirma que los estados integrantes van a poner predisposición del Consejo las capacidades civiles y militares que se determinen. Parte integrante de la PESC la constituye la Politica Común de Seguridad y Defensa que se regula en el Comité Político y de Seguridad constituido por representantes de los países a nivel de embajador. La UE o Unión Europea, es una unión de estados soberanos pero que ponen en común ciertas decisiones en materias de economía y finanzas, así como en cuestiones de política exterior, seguridad, defensa y justicia. Es una red social política de derecho constituida en régimen de organización en todo el mundo nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los Estados y los pueblos de Europa. Se comenzó en 1951 con la llamada Comunidad Europea del Carbón y del Acero, compuesta por Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. Desde ahí fue ampliando sus competencias y el número de Estados integrantes, pasando a constituir la Comunidad Económica Europea con 12 estados que en 1992 firmaron el Tratado de Maastricht, lo que formó el comienzo de la UE y que se fué ampliando por sucesivos tratados.